Píldora 18: la fórmula de la felicidad. Metas coherentes

Márcate a fuego estas palabras: contar con metas coherentes que llenen de sentido nuestras vidas es una de las condiciones de la felicidad. Y eso, ¿cómo se hace?, te estarás preguntando. Te recomendamos que sigas leyendo...

Lo prometido es deuda. En el blog anterior prometimos desentrañar la fórmula de la felicidad estudiando sus dos componentes. Pero, antes, ¿te apetece tomar algunas de las píldoras que tienes disponibles en fechas anteriores. Puedes hacerlo aquí.

Si leíste el post anterior, como te acabamos de decir, probablemente habrás identificado ya cuál es tu modelo de personalidad entre los cuatro que definimos en la píldora número 18.

Por si acaso, te recordamos la fórmula de la felicidad:

Fórmula de la felicidad = SENTIDO + DISFRUTE

Si recuerdas, comentábamos que el SENTIDO de la vida nos lo proporcionaban nuestras metas, nuestros objetivos a largo plazo. Por ejemplo, ser arquitecto, tener una familia o crear y desarrollar tu propia empresa. Estos objetivos a largo plazo dan sentido a tu vida, a lo que haces cada día. Para conseguir ser arquitecto debes estudiar en la universidad y focalizar un gran esfuerzo para conseguir tu meta. 

Es posible que pienses que tener un título u otro no es en sí mismo una fuente de felicidad. Te diré dos cosas:

a) El objetivo debe ser coherente contigo. Coherente significa que debe estar intrínsecamente ligado a lo que tú deseas. Puede que en tu caso no sea coherente obtener un título, pero sí puede serlo configurar un negocio de restauración de muebles antiguos que te permite vivir de aquello que te apasiona. Cada persona debe identificar aquello que le lleve a conseguir lo que realmente ansía para su vida. 

Aunque es obvio, no está de más recordar que para que las metas sean coherentes, deben estar conectadas con tus valores. De nada te sirve emplear todas tus energías para conseguir ser director general de tu empresa (te dices que es el desarrollo natural en tu carrera y serlo te proporcionará estatus, poder y dinero), si tú realmente disfrutas realizando el trabajo técnico en el que eres excelente. 

b) No es necesario llegar a conseguir el objetivo final. Lo importante es encaminarse hacia él. En ocasiones nos esforzamos por conseguir lo que queremos y no siempre somos capaces de lograrlo. Si eso no es posible, por la razón que sea, encaminarnos hacia esa meta nos ha llenado de satisfacción mientras lo hacíamos. En este punto, lo sensato sería redefinir nuestros objetivos de manera más realistas (repasa la píldora 16 para que te ayude en este sentido) 

Por lo tanto, contar con metas coherentes que llenen de sentido nuestras vidas es una de las condiciones de la felicidad. Coincidirás conmigo en que esta es la manera de eliminar la sensación de vacío en nuestras vidas, esa sensación que muchos han/hemos experimentado en algún momento.

No tengas miedo a volver a empezar, a reorientarte en tus metas cuando consideres que es el momento. Eso te ayudará a mantenerte vivo, a sentir con fuerza que llevas las riendas de tu vida. A controlar tu propio destino y a sentir que tienes valor intrínseco.

PRACTICA
Reflexiona sobre tu modelo de personalidad relacionado con la felicidad. Eso te ayudará a saber en qué aspecto debes incidir para procurarte más bienestar. 

· Si eres una persona con las metas claras en tu vida, enumera los momentos de disfrute cotidianos que te permites y evalúa si te hacen sentir suficientemente bien en tu vida.

· Si eres una persona que disfruta cada día de las pequeñas cosas de la vida, reflexiona sobre tus objetivos. ¿Tienes claro hacia dónde vas o te dejas llevar por las circunstancias? ¿La vida decide por ti?

Identificar tu universo personal te ayudará a mejorar tus niveles de felicidad (te ayudaremos en los próximos posts). Y recuerda: “La felicidad no tiene fin, siempre se puede ser más feliz”.

Para más información puedes contactar con nosotros en el correo info@emotionhr.com.

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