Píldora 14: autopercepción y autoestima

La autoestima tiene mucho que ver con la autopercepción. Y si mejoramos la segunda, la primera resultará mucho más satisfactoria. Pero para ello es preciso mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos. Y ahí radica el quid de la cuestión.

Pero, antes de empezar, ¿te has perdido nuestras primeras píldoras de la felicidad anteriores? Antes de empezar a leer puedes tomarlas a tu ritmo:

· Píldoras de la felicidad.


Durante toda la vida creamos nuestra Autoestima a partir de la percepción que elaboramos sobre nosotros mismos.

La Teoría de la Autopercepción de Daryl Bem, afirma que nos valoramos en función del juicio que hacemos de nuestro propio comportamiento. Nos valoramos a través de la observación. Observando nuestro comportamiento creamos una percepción que puede ser positiva o negativa.



Nos evaluamos también a través de los demás en tres vías:

· Por lo que ellos dicen sobre nosotros, es decir, valoraciones directas. Evidentemente, las evaluaciones que los demás hacen sobre nosotros y nuestro comportamiento nos proporciona información sobre nuestro valor (especialmente influye mucho en la construcción de la autoestima aquello que nos decían nuestros padres cuando éramos pequeños).

· Por lo que creemos que ellos piensan de nosotros, es decir, valoraciones deducidas. En este caso no se trata de la opinión declarada, sino por la idea personal que nos hemos formado sobre el valor que nos asignan los demás.

· Por contraste entre la valía que nos hemos asignado y la que les asignamos a ellos, o autovaloración por comparación. Seremos más valiosos si ganamos en la comparación, y menos si es al contrario.

Todas estas ideas crean nuestra autoestima. Sentir que somos personas con valor es fundamental para  aceptarnos y para querernos a nosotros mismos. Querernos y aceptarnos constituyen la condición esencial para sentir plenitud y felicidad. No existe la posibilidad de sentirnos felices si no nos aceptamos.

Queremos llamar la atención sobre un aspecto: se trata de ‘ideas’ que vamos acumulando sobre nuestra persona y las ideas son susceptibles de ser modificadas. Si nuestra autoestima es baja, está en nuestra mano modificar esas ideas que lesionan nuestra autopercepción. Y lo que ocurre es mágico.

La autoestima se desarrolla en espirales positivas o negativas. Cuanto mejor nos percibimos, más expresamos externamente nuestro valor y los demás nos perciben en parte como nosotros nos creemos que somos. En otras palabras, cuando sentimos que tenemos valor, los demás también lo sienten.

Si la autoestima se crea sobre nuestra autopercepción y los juicios de los demás, modificando la primera, modificaremos los juicios positivos de los otros aumentando esa espiral positiva para hacernos sentir cada vez más a gusto en nuestra piel.

Entonces, ¿qué hacer para mejorar la autopercepción?

· Mejorar nuestro diálogo interno no siendo tan duros con nosotros mismos, es decir, perdonarnos y ser comprensivos con nuestros errores. Solemos hablarnos a nosotros mismos (el diálogo interno) como nos hablaban nuestros padres cuando éramos pequeños. Si eran duros con nosotros, nos hablaremos internamente con dureza; seremos muy autocríticos.

· Reforzarnos positivamente reconociendo internamente nuestros logros (verbalizándolo incluso) y realizando afirmaciones positivas que nos estimulen internamente (ejemplo: es difícil, pero yo creo que podré resolverlo).

· Centrarnos en nuestras metas y aspiraciones en lugar de en los juicios y críticas de los demás y estar seguros de nuestras capacidades para conseguirlas.  
· Consecuentemente, guiar nuestro comportamiento hacia dónde nos interese. Esa será la manera de observarnos positivamente.

· Y sobre todo, aprender a querernos. Somos lo mejor que tenemos y nuestra propia estima una gran fuente de satisfacción.

Para más información, puedes escribiros a info@emotionhr.com.

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