Píldora de la felicidad 8: sal de tu zona de confort

Los seres que queremos, lo que ya tenemos, la casa, dinero en el banco... Pero luego está eso que siempre hemos querido ser, nuestros sueños e ideales siempre van a estar ahí. ¿Qué nos frena conseguirlos? La zona de confort de cada uno. Y salir de ella depende de cada uno y de las ganas que tenga de alcanzar lo que siempre quiso ser o tener.

La píldora de hoy es fundamental para iniciar cualquier estrategia cuyo propósito sea intentar ser feliz. Pero, antes de empezar, ¿te has perdido nuestras primeras píldoras de la felicidad anteriores? Antes de empezar a leer puedes tomarlas a tu ritmo:

· Píldora 2
· Píldora 3

Antes de nada explicaremos qué eso de la zona de confort….

Perseguimos durante toda nuestra vida la seguridad. Queremos tener nuestro propio techo independiente del de nuestros padres y acoger a nuestra propia familia para desarrollar nuestra vida: queremos tener un trabajo estable para disponer del dinero necesario para vivir cómodamente, o al menos lo suficiente; queremos encontrar una pareja, casarnos y formar una familia para asegurarnos de que seremos queridos. El cariño es una necesidad elemental en el ser humano. Pues bien, cuando tenemos todo esto adquirimos la ansiada seguridad y confiamos en que llegó la felicidad… ¿Llegó? 

Es posible. Desde luego, este es el momento en que hemos llegado a nuestra zona de confort.

Confundir comodidad con felicidad es muy común en ocasiones. No queremos decir que quienes han logrado crear una familia, disponer de un techo y alimentar a su familia sin sobresaltos no son felices. Por supuesto que muchos lo son, pero cubrir lo básico no siempre es garantía de felicidad. Con la intención de no salir de la zona de confort, muchos olvidan sus sueños porque a veces conseguir lo que verdaderamente les importa supone arriesgar la comodidad de una existencia sin sobresaltos. ¿Te has preguntado cuál es tu sueño? Aventurarse a desarrollar un sueño puede suponer desprenderse de todo o de parte de aquello que hemos adquirido después de mucho esfuerzo. Y, aunque lo haríamos de buen grado, no somos capaces de hacerlo; nos paralizamos. La zona de confort produce un importante efecto de parálisis.

Entonces, os preguntaréis: ¿se trata de vivir sin planificar, no formar una familia, no tener referencias, no construir, vivir sin más? No, en absoluto. Se trata de no vincular nuestra existencia a ganar seguridad. Se trata de ganar felicidad.




Si así lo sientes y ha llegado el momento, no dudes en dejar atrás tu forma de vida. Puedes continuar con tus responsabilidades, con tu familia, con todo lo que más quieres, pero puedes hacerlo de otra forma, de la forma en que decidas, de esa forma que no acaba con tus objetivos como persona.

Los tuyos te quieren ver feliz dedicándote a lo que te apasiona y no haciendo lo que “debes” hacer, sino lo que “quieres” hacer. Puedes sentirte libre, vibrante, ilusionado, entusiasmado, feliz dedicando tu atención y tu vida a hacer, decir y sentir aquello que quieres. Y los demás –todos― serán capaces de percibir ese cambio. Vibrar con lo que haces no sólo te hará sentir más feliz, también conseguirá que seas una inspiración para tus hijos, atraerás de manera irresistible a distintas personas que te abrirán nuevas puertas, te proporcionará un gran disfrute personal, así que no hay tiempo que perder…

En definitiva, sal de tu zona de confort.

Técnica para salir de la zona de confort:

· Pregúntate cuáles son tus sueños, aquello que te gustaría experimentar, conseguir, a lo que te gustaría dedicarte sin pensar en si eso es realizable o no, sólo una tormenta de ideas. Identificarás qué cosa o cosas son las que verdaderamente te apasionan.

· Imagínate haciendo o dedicándote a eso que acabas de percibir como tu sueño, encajándolo con el resto de cosas de tu vida que son importantes para ti. Rediseña tu vida con la imaginación para que lo que buscas sea realizable.

· Permítete un tiempo para evaluar cómo realizar cambios en tu vida sin dañar a nadie y planifica una estrategia que vaya encaminada a conseguir el giro en tu vida evitando la resistencia de los demás. Ya sabes que pensarán que has perdido el norte, pero eso es lo lógico. No te preocupes.

· Empieza... Ahora. Si tienes la fórmula, no pierdas el tiempo. Al principio será duro, pero no intentarlo no es ya una posibilidad. 

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